domingo, 4 de mayo de 2008
El trabajo
Les confieso que hace meses no tenía la misma disposición para ir al trabajo...
Esos benditos estrés laborales que le dan a uno por todo...
La forma en como te mira ese compañero...
Las actitudes de esa compañera...
La forma en que pegaron esa hoja en la pizarra...
El tono con que te escribieron ese correo...
La computadora que de cinco, cuatro veces a la semana no te carga el perfil bien...
Los de IT que no aparecen...
La comida de la soda que debería llamarse OASIS... es un espejismo lo que ves, a la hora de probarlo desaparece la ilusión... por dicha hay cuatro basureros distintos para que clasifiques los desechos...
El guarda que te dice donde parquear en un parqueo (valga la redondancia!) donde de casi 40 campos, solo seis están ocupados...
Que no puedes comprar sin identificación... y eso que te ven 365 días al año...
Que la luz del fluorescente te pega en la pantalla...
¿Me doy a entender?
Pues nada tan agradable y tan bueno como una semana de vacaciones pero no en la ciudad sino en Panamá!
Al volver todo se veía desde otro lado del cristal...
Con solo decirles que esos son los amaneceres que se ven todas las madrugadas desde la oficina...
¿No creen que todo se ve más bonito ahora?
I do!
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